Red de liturgia

CLAI - Consejo Latinoamericano de Iglesias

Inicio | Quiénes somos | Enlaces

24 de abril de 2009

Restauración

Autor/es: Mónica P. Landin

Visto: 3002 veces

No existe sitio tan bajo donde podamos caer/
del que Su Mano Gloriosa no nos pueda devolver./

Mas si en senderos dudosos insistimos deambular,/
nuestra alma hastiada de males, su voz no sabrá escuchar./

El corazón enviciado solo ve lo material,/
y una vez que lo ha logrado, sigue en su angustia inicial./

¿Cómo habrá de sustentarnos nuestro precario saber/
asfixiado en arrogancia y a punto de perecer?/

El témpano que observamos indolente en su flotar/
solo es un fragmento escaso de montaña colosal./

El pecado nos degrada, menguando nuestra visión./
¡Hay tanto que no sabemos, frente a cada decisión!/

Pedimos que Dios actúe como vulgar marioneta/
exigiendo que apresure nuestras alocadas metas,/

y perdemos los manjares que Él nos ha preparado/
agregando más espinas a su cuerpo lacerado./

Dejemos que nos alcance el amor incomparable/
de esos brazos extendidos a través de las edades./

Solo Él puede lavar el barro de nuestro espanto/
y hacerlo todo de nuevo desde el hueco de su mano./




Share

Palabras relacionadas

solo, nuestra, nuestro, ha, mano

Atras